Celler el Molí

Celler el Molí

Nuestra historia

Pasión por la viticultura

Sebastià Catllà y Josep Maria Claret recuperaron un viñedo histórico

Corría el año 1990 cuando Sebastià Catllà, un reconocido empresario del sector del metal, emprendió un singular proyecto vitivinícola conjuntamente con Josep Maria Claret. Se trataba de recuperar los viñedos de las fincas del Molino y de la Casanova de Monistrolet. Después de un intenso proceso de investigación, apostaron por un modelo de producción vinícola completamente ecológica, convirtiéndose en la primera bodega de la DO Pla de Bages en apostar desde el principio.

Tres décadas después del arranque de aquel proyecto, Celler el Molí ha devuelto a la antigua imagen una gran parte del paisaje que, desde la filoxera, había desaparecido en esta zona colindante con Manresa. El viñedo y también los olivos caracterizan los pies de la famosa colina del Collbaix, muy conocida en el Bages por sus numerosos senderos y por las sensacionales vistas que ofrece sobre el Pla de Bages y hacia el macizo de Montserrat.

Collbaix Celler el Molí ha logrado hacerse un hueco en el mercado de los mejores vinos del país, con muy buenas valoraciones para una decena de sus creaciones, además de elaborar aceite de oliva virgen extra de tres variedades.

El inicio: Cabernet Sauvignon plantado a mano

Con poco menos de veinte años de edad, Josep Maria Claret se dedicó a recorrer otras regiones vitivinícolas para conocer aspectos de la cultura del vino y su cultivo. Así empezó el proyecto Celler el Molí, que en sus orígenes apostó por una variedad importada: Cabernet Sauvignon. La apuesta consistía en plantar a mano 3.000 cepas en la parcela 21, justo al pie del Collbaix.

Entre 1993 y 2006, la finca del Molí experimentó un crecimiento progresivo. A esa primera hectárea de Cabernet Sauvignon se fueron sumando muchas más, así como nuevas variedades: Tempranillo y Merlot.

La obra que consolidó el proyecto

Llegó 2005 y se emprendió la construcción de la bodega en la finca del Molí. Josep Maria Claret recuerda que las obras “coincidieron con la primera tina de 8.000 litros de Merlot que llenamos y que no pudimos entrar en el interior de la bodega porque no estaba terminada”.

Con la nueva bodega levantada, la producción de Collbaix Celler el Molí crecía y se consolidaba: se introdujeron el Picapoll Blanc, el Macabeo, el Cabernet Franc, el Mandó y la Garnacha Negra, mientras la bodega entraba a formar parte de la DO Pla de Bages.

Las tendencias de cada momento han hecho evolucionar la bodega, al igual que avanzará de acuerdo con los nuevos gustos y con las técnicas más innovadoras del sector.

De la Arbequina a la Corbella y a la Verdal

Paralelamente a las cepas, entre los años 2001 y 2002, Celler el Molí inició la plantación de olivos: incorporó 8.000 árboles pequeños distribuidos por seis hectáreas, que darían sus primeros frutos en 2008 con la primera añada del aceite de oliva virgen extra Arbequina.

A partir de 2013, Collbaix Celler el Molí hizo una apuesta por variedades locales como la Corbella, propia del valle del Cardener, y la Verdal Manresa, autóctona de la llanura central del Bages.

Compromiso

ecológico

Pioneros y firmes defensores de la agricultura ecológica

El respeto absoluto por la riqueza de la flora y la fauna que habitan la finca ha marcado, desde sus inicios, el talante de Collbaix Celler el Molí.

Justamente por eso, y mucho antes de que las palabras “ecológico“, “sostenible” o “respetuoso” se erigieran como conceptos de valor añadido en la jerga vitivinícola, los propietarios de Celler el Molí ya trabajaban bajo los parámetros propios de agricultura orgánica.

En 2005, la finca el Molí entró a formar parte del registro del Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica (CCPAE) y se convirtió, de esta manera, en la primera bodega ecológica de la DO Pla de Bages.

Cuando Collbaix Celler el Molí empezó a producir aceite, también lo hizo dentro de los estándares del CCPAE, por lo que constituyó, también, la primera experiencia de producción de aceite ecológico en el Bages.

Biosphere, el sello de sostenibilidad turística

Collbaix Celler el Molí, como empresa adherida al Geoparque Mundial
UNESCO de la Cataluña Central y por su compromiso con la
sostenibilidad turística, ha obtenido el sello Biosphere.

Biosphere es una certificación de sostenibilidad turística que reconoce la actividad
empresarial bajo unos principios de sostenibilidad ambiental, económica y social
que contribuyen al desarrollo respetuoso de actividades, tanto en la
comarca y cómo en el conjunto de Cataluña.

En el marco del Biosphere, trabajamos para que la gestión de la empresa a nivel
interno sea óptima desde un punto de vista sostenible y eficiente, mediante la
incorporación de estrictos manuales de buenas prácticas

Una bodega

solidaria

Queremos a las personas

En el marco de su responsabilidad social corporativa, Collbaix Celler el Molí colabora activamente con el proyecto agrosocial Urpina, impulsado por la Fundació AMPANS.

Urpina es una finca de San Salvador de Guardiola (Bages) que ha recuperado viñedos que habían sobrevivido al peso de la historia y ha cultivado nuevas, insertando a personas con discapacidad intelectual y en situación de vulnerabilidad para la elaboración de vinos bajo su propio sello.

Bodega el Molí asume el proceso de vinificación, embotellado y etiquetado sin que AMPANS se desvincule del proceso. Esta relación entre Collbaix y AMPANS facilita que personas con riesgo de exclusión tengan una ocupación laboral digna, al tiempo que elaboran un producto local muy apreciado.

Collbaix Celler El Molí destina una parte de sus beneficios económicos a proyectos solidarios.

Sin fronteras ni barreras

Somos la primera bodega de la DO Pla de Bages que incorpora el lenguaje Braille en sus etiquetas. Lo hacemos desde el primer día. Así facilitamos el conocimiento de nuestros vinos a las personas con discapacidad visual, así como su experiencia de cata.

Nuestras instalaciones son accesibles para personas con movilidad reducida y adaptamos todas nuestras experiencias a las necesidades de cada usuario. De esta forma, ya través de la cultura del vino y del aceite, queremos aportar nuestro grano de arena en materia de inclusión y cohesión social.